domingo, 22 de mayo de 2011

Otra forma de conmemorar el Primero de Mayo


Cada primero de mayo, miles de trabajadores, cesantes, estudiantes y proletarios en general se reúnen en los centros de las grandes ciudades para recordar a los revolucionarios de Chicago asesinados por el Estado norteamericano en 1886.

Santiago de Chile no es la excepción y todos los años el centro ha sido escenario de grandes concentraciones, muchas veces repelidas por la fuerza pública y sus instrumentos de represión.

Lejos de todo el espectáculo mediático y sin pretensiones de llegar a los millones de televidentes que esperan un mediocre resumen de la jornada, la población San Joaquín fue escenario de una conmemoración especial. Se comenzó con el hermoseamiento de una plaza a la que se llamó 1 de Mayo, se jugó al fútbol callejero (con reglas propias y con buena convivencia), y hasta se mostró una obra de danza teatro que recordaba la experiencia de las ollas comunes, que quiéranlo o no los gestores de poder, vuelven a marcar su presencia en los espacios comunitarios. Paralelamente el colectivo de Arte La Vitrina ofreció a los vecinos del sector una obra de teatro que recordaba las masacres obreras perpetradas por el Estado chileno y sus gerentes, atrayendo la atención de personas de todas las edades.

Esta actividad se suma a los millones de primeros de mayo que se conmemoran en las distintas periferias de las grandes ciudades, al margen de la atención de los medios masivos de prensa y de los centros en donde los señoritos de siempre toman las decisiones que empeoran un poco más nuestras vidas a cada momento.